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¿Qué haces cuando llega a tus manos un billete falso?
¿Piensas quién te lo dio? , ¿te enojas?, ¿piensas que es el karma?, ¿o intentas dárselo a alguien más?
¿Que ocurriría si el billete se lo dan a un ser querido?, ¿cuál sería tu reacción?, Si tu sabes quién te lo dio, ¿qué harías?
¿Qué esperarías de esa persona?, ¿cómo  te sentirías al respecto?, ¿qué sería lo correcto hacer?
¿Qué tendría que haber hecho la persona que te dio el billete ante tu reclamo?

Todas las respuestas que puedas obtener hablan de ti y de tus valores, muchas veces ante situaciones cotidianas como esta, son disparador de emociones, creencias y juicios que nublan nuestra visión.
Quizás en la mentalidad del comerciante que recibe un billete falso se dice a si mismo «se lo pasaré a algún cliente des precavido», o está el otro que se lamenta de la injusticia y los males del mundo, o tal vez quien de inmediato lo rompa y diga «este ya sale a la calle nunca mas». ¿Cuál de los tres serías tu?
En el mundo hay muchos males, sin embargo uno de los que tiene flaqueando la especie es «la desidia de hacer lo que es correcto», la liviandad de actos influenciados por el pensamiento emocional fundamentado en «si a mi me lo hicieron, yo lo hago», o tal vez «que se jodan».
Sostengo que hacer lo correcto es un entrenamiento moral y ético, que debe surgir del hogar, donde se inculcan nuestros primeros valores, y luego seguir en toda enseñanza que recibamos.
Cuando una sociedad flaquea, se deja llevar por la flojera moral y hace la vista gorda al político corrupto, al que golpea un docente, que se basa en una conducta ambigua y que celebra al atorrante y juzga a quien procede con rectitud, hay un problema colectivo que nos involucra.
Las personas solemos decir yo no tuve nada que ver con esto que está pasando. Y sin embargo si que tenemos que ver, una sociedad en congruencia es compacta como la estructura celular, expulsa del cuerpo los agentes extraños e infecciosos en pos del bien mayor.
Cuando encontramos algo que no está bien y nos afecta al colectivo, salir del juicio y reflexionar ¿que responsabilidad tengo en esto?, ¿que hice o que no hice?, ¿que puedo hacer hoy?, ¿cuál fue mi motivo para permitir esto?
Cuando la vileza se instala en el corazón del hombre acompañada de sus séquitos, la mentira, la ignorancia y la ambición, solo un acto poético de rebeldía que genere una revolución del pensamiento puede sacar a los hombres de sus sueños egoístas.
En diferentes ciclos de la humanidad, alguien históricamente y en diferentes contextos ha dicho basta, y otros le han escuchado y seguido sus pasos. Para comenzar el cambio global, todo inicia con el cambio interior, ¿a qué tienes que decirle basta en tu vida?, ¿a que área tienes que llevarlo?.
Ese alguien que debe cortar la cadena eres tu, soy yo, y cada uno de nosotros, hay muchas cadenas que cortar, y el primer paso comienza por uno. Entrégate a ser la transformación que te gustaría ver en tu mundo y mantente firme en ese camino.
Cortá la cadena.